Purificación del Fuego Energético


¡Fuego energético, creador de la autonomía del espíritu! ¡La mente libre! ¿Qué significa una mente libre? ¿Es la mente la causante de todas las enfermedades, tanto del cuerpo como de ella misma? La mente se enferma, si uno no se atreve a liberarla. Pero, ¿de qué hay que liberarla? ¿Es la mente esclava del pensamiento o es el pensamiento esclavo de la mente? Aunque, ¿podría ser posible que ambas entidades se esclavizaran mutuamente?

Una mente estructurada, una mente cerrada en fuertes condicionamientos y hábitos sufrirá daños psicológicos, si el fuego energético de la Kundalini va a hacer limpieza en sus dos hemisferios. Cuando las personas que están viviendo el fenómeno Kundalini, han sido educadas bajo conceptos negativos y represivos, en especial sobre la sexualidad, Dios o la espiritualidad, entonces, no habrá ninguna duda del torbellino interno que se producirá en el interior del espíritu y de la mente. Por eso, la mente, si no está preparada se debilitará fácilmente con las explosiones del fuego energético. Aún así, las explosiones energéticas servirán para purificar y sanar la totalidad del ser. Precisamente, en el último punto físico, donde se manifiesta el fuego energético, es en la mente.

El cuerpo, la mente y el espíritu conforman la totalidad del ser humano. El ser humano es esclavo del cuerpo y de la mente en los que se encuentra, por causa de no aprender de ellos. El cuerpo está constantemente transmitiendo sensaciones, las cuales son procesadas por la mente, generando miedo y más miedo, a través del dolor y del placer. Tenemos miedo a sentir dolor, tenemos miedo a no sentir placer o a perder el que sentimos en el momento. El dolor nos genera incomodidad y a esta incomodidad, también le tenemos miedo.

Como escapamos del dolor y lo negamos constantemente, la búsqueda del placer, por el simple placer, es inacabable. El miedo es el responsable del mundo mundano, porque el mundo mundano está formado por el miedo, el cual conduce al ser humano a vivir esclavo del egoísmo, de la avaricia, de la envidia, ambicionando poseer, tener más y más.

¿Somos conscientes de cómo vive el ser humano? ¿Acaso no vive inmerso en el espectáculo que crea él mismo con sus mercaderías? ¡Cómo se pierde el ser humano con el poder del oro, la plata y el prestigio, en el que se sugestiona ciegamente! Pero, al fin y al cabo, lo sagrado ha puesto estas cosas en el mundo para que él decida, por si mismo, el valor que le da y las utilice según le dicte la conciencia. El reflexionar sobre lo que uno tiene, en los momentos que está ocurriendo el fenómeno de despertar Kundalini, es indispensable para que el proceso no sea abortado, como en muchos casos.

Precisamente, la principal dificultad que nos impide vernos y descubrirnos tal y como somos, de manera total, es el miedo acumulado durante años y años, siglos y siglos, generación tras generación, impregnando cada célula de nuestro cuerpo y mente. Nunca lograremos romper la cadena que nos esclaviza al miedo hasta que nos acerquemos a él, sin resistencias, sin tabúes ni reservas, para conocerlo y descubrirlo. Si continuamos presos en la espiral del miedo, cuando estemos inmersos en un proceso de despertar, él, como siempre ha hecho y seguirá haciendo, nos llevará a un callejón sin salida.

Muy pocas personas están dispuestas a realizar este arduo trabajo, porque claro, es necesaria mucha predisposición y dedicación, pues el miedo está presente en todo y en todos. Pero, no importa lo que vayan a hacer o hagan los demás, lo importante reside en lo que vayamos a hacer nosotros antes y durante este proceso. La dinamo de la poderosa Kundalini siempre acabará por descubrirnos frente a nosotros mismos y de manera constante. La corriente arrolladora de la energía mística no deja nada oculto, no deja nada sin purificar, limpiando las impurezas que se han acumulado durante el tiempo.

El miedo interno es negativo, tanto para el aspecto físico, como espiritual, en consecuencia, el cuerpo, la mente y la conciencia están contaminados de las malas energías, de lo negativo. Sin embargo, cuando en el cuerpo se han almacenado sensaciones y emociones negativas, eso es bueno, porque si estamos de lleno entregados al proceso del Fuego Energético, la desintegración de todo ello provocará una evolución sin pausa, tanto en el cuerpo, como en la mente y en el espíritu.

El Fuego que abrasa las fuerzas negativas y derrota el ‘ego’.
El Fuego que purifica los agentes negativos y destructivos del espíritu, tanto propios como incrustados por la suciedad espiritual y mental de otros.
El Fuego, como energía existente, desde todos los tiempos, combatiendo el mal, ejercido por uno mismo hacia la propia conciencia.
El Fuego Energético: la única energía para la expansión de la conciencia, como energía desconocida por la mente humana, pero creadora del Cosmos y desintegradora de fuerzas nocivas, para los seres vivos y otros elementos del universo.”

Tenemos una responsabilidad y un trabajo, que es el de mejorar como seres humanos; la Kundalini, cuando se despierta, es eso lo que nos indica. La Kundalini no es levitar, ¡no, no! La Kundalini es la energía que nos hace tocar de pies en el suelo. La elevación espiritual sólo se puede encontrar en las obras que realizamos diariamente y, os digo una vez más, que mientras no se limpien las impurezas del interior, es totalmente imposible una elevación espiritual ¿Comprendéis?

Entremos un poco más... Si somos egoístas por causa de las depresiones que adquirimos, porque no nos salen las cosas tal como queremos, estamos cerrando la puerta a la dicha que conlleva la Kundalini.

Poned atención a estás palabras: En un campo de trigo también hay maleza, si cortamos la maleza antes de tiempo, correremos el riesgo de dañar el trigo. Debemos ser pacientes y esperar el momento adecuado de la siega. Cuando el trigo haya crecido y se haya fortalecido lo suficiente, entonces, primero sacaremos la maleza y la echaremos al fuego, de esta forma podremos llevar a cabo la siega.

Un espíritu limpio es como el trigo recién cortado, fresco y puro, es decir, limpio de cualquier resto de maleza. Cuando el espíritu está limpio, el proceder de nuestras acciones serán como el agua cristalina. En un espíritu limpio se disuelven la desconfianza y el temor, por tanto, no hay guerra.

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