Voy viendo algo de capital importancia, a medida que me descubro, y es que cuando siento dolor interno, no es "mi" dolor, sino que es el dolor que hay en los otros. Por lo tanto, me doy cuenta de que en estos años he ido aniquilando mi propio dolor, pero no de forma deliberada. Si me lo hubiera propuesto habría destruido la pureza del instante y jamás hubiera descubierto que es sólo a través del trabajo interno diario, donde el vaciado del "ego" nos libera de las tinieblas que empañan la claridad de la mente, del espíritu y de la conciencia. Precisamente, la propia conciencia nos indica, por medio de las sensaciones, si actuamos egoistamente o actuamos con base a la comprensión de que Dios es la Energía que nos impulsa a llevar a cabo lo correcto. Cuando actuamos en sincronía con la Energía de Dios nos liberamos de la esclavitud hacia nosotros mismos y esto implica, también, que nos hemos entregado y nos hemos puesto, completamente, en sus manos.
Dios es la Energía pura y consistente. La Energía que fluye en todo lo creado parte de Dios. Los humanos, los animales, las plantas, la totalidad de la tierra, tanto en su superficie, como en su interior, somos Energía. La atmósfera, las nubes... nada, nada ni nadie podríamos sobrevivir sin la Energía. Os hablo de un Dios energético, que nos muestra con implacable claridad el poder universal, la sensibilidad, la firmeza, a través de la sabiduría y la justicia del amor.
El dolor nos genera temor, y el temor, a su vez, nos causa más dolor, con lo cual nos convertimos es seres pequeños, asustados, víctimas de las circunstancilas, estúpidos y crueles, apartados de Dios, bloqueando su tremenda Energía, porque mantenemos la creencia de que las cosas sólo les suceden a los otros. Pero, no, la vida es implacable para todos y todas y cada una de las pruebas que nos pone es para que veamos el miedo que albergamos en nuestro interior, por causa del desconocimiento de nosotros mismos.
Aquí comparto con vosotros una música de Frank Steiner. Por cierto, muy importante es dedicarse el tiempo de escuchar música para el espíritu.
http://aresmp3.me/musica/frank-steiner.html
Dios es la Energía pura y consistente. La Energía que fluye en todo lo creado parte de Dios. Los humanos, los animales, las plantas, la totalidad de la tierra, tanto en su superficie, como en su interior, somos Energía. La atmósfera, las nubes... nada, nada ni nadie podríamos sobrevivir sin la Energía. Os hablo de un Dios energético, que nos muestra con implacable claridad el poder universal, la sensibilidad, la firmeza, a través de la sabiduría y la justicia del amor.
El dolor nos genera temor, y el temor, a su vez, nos causa más dolor, con lo cual nos convertimos es seres pequeños, asustados, víctimas de las circunstancilas, estúpidos y crueles, apartados de Dios, bloqueando su tremenda Energía, porque mantenemos la creencia de que las cosas sólo les suceden a los otros. Pero, no, la vida es implacable para todos y todas y cada una de las pruebas que nos pone es para que veamos el miedo que albergamos en nuestro interior, por causa del desconocimiento de nosotros mismos.
Aquí comparto con vosotros una música de Frank Steiner. Por cierto, muy importante es dedicarse el tiempo de escuchar música para el espíritu.
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